El 4 de febrero se celebra el Día Internacional de la Fraternidad Humana, proclamado por la ONU en el año 2021 con la intención de promover la paz en el mundo, el desarrollo sostenible y la unión de esfuerzos de la comunidad internacional para favorecer la tolerancia, la inclusión, el respeto a la diversidad y la solidaridad entre las naciones del mundo y las personas. El origen de este día es el documento sobre la Fraternidad Humana por la Paz Mundial y la Convivencia Común, también conocido como Declaración de Abu Dabi, producto de la reunión en 2019 del Papa Francisco y el Gran Imán de Al-Azhar, Ahmad al-Tayyib, donde se destaca la importancia de la educación, la concienciación y el respeto a las distintas culturas y religiones, para poner fin a la violencia, al extremismo religioso, las guerras y el terrorismo.
Es de vital importancia reforzar en las políticas y en los objetivos educativos a la fraternidad como un valor fundamental. La escuela y el hogar constituyen ámbitos esenciales para modelar valores, siendo la base para estructurar individuos conscientes, empáticos y solidarios con su entorno familiar y social. Por tanto, se requiere del compromiso de todos para promover la paz, la convivencia común y los valores como la fraternidad, la tolerancia y la inclusión, que contribuyan a reducir las diferencias que separan a la humanidad. La fraternidad humana universal es posible.